Mi nombre es Bea Vellosillo y podría resumirme diciendo que soy el resultado de la suma de una serie de creencias, pensamientos, emociones, comportamientos, valores y experiencias vividas a lo largo de mi vida, en la cual, ha habido momentos de todo:  alegría, miedo, tristeza, rabia, optimismo, incertidumbre,…, lo cual, siempre me ha ayudado a obtener un aprendizaje y un crecimiento personal, por lo cual y satisfecha de ello, hoy soy quien soy.

Con los años he ido cultivando, nutriendo y fortaleciendo mi mente, mis emociones y mi cuerpo, hasta que llegó un momento en el que me hice consciente de que toda esa esencia recogida no era sólo para mí si no, para aportar, ayudar y seguir con el mismo proceso con otras personas.

Por lo que, si tú sientes que lo necesitas, puedo ayudarte y acompañarte en tu proceso de cambio hacia una gran transformación, desde mi experiencia, aprendizajes y aportándote las herramientas necesarias.

Siempre con una visión integrativa y holística del cuerpo y teniendo en cuenta que “todo afecta a todo”, lograremos una transformación en ti con la integración de nuevos hábitos, al igual que la he logrado en mí.

Apasionada desde adolescente por la psicología, la alimentación, el crecimiento personal, las terapias integrativas, la escucha y los recursos que nos aporta la naturaleza y “que en ocasiones no sabemos apreciar”.  

También me encanta leer para seguir descubriendo y aprendiendo cosas, viajar para experimentar vivencias increíbles y compartir grandes momentos llenos de cariño con mi familia y amigos.

Sintiéndome muy agradecida y afortunada de poder dedicarme a algo que me apasiona, me llena y me satisface, viendo día a día los buenos resultados de las cientos de personas que pasan por mi consulta y servicios.

En alguna que otra ocasión me han formulado la pregunta de “¿Has tenido alguna enfermedad grave?”, y la respuesta siempre había sido que no.             

Pero, cuando empecé a formarme en temas de salud, a tomar consciencia y a reflexionar, me di cuenta que durante mi niñez y adolescencia, cierto que no tuve ninguna enfermedad grave, pero sí que padecí múltiples síntomas y desequilibrios:  estreñimiento crónico, dolores de espalda, dolores de estómago, ansiedad que en ocasiones intentaba tapar con la comida, falta de autoestima, algún kilo de más, miedos, pequeña depresión, jaquecas/migrañas, sinusitis,…, todo eran alarmas para que me prestara atención a mí misma.

¿Te resuena esta situación?

Al parecer, hay “alarmas” que nos da el cuerpo con las que podemos convivir y que incluso actualmente parecen normales:  dolores de cabeza, hipertensión, estreñimiento, malas digestiones, mala calidad del sueño, ansiedad…, y lo verdadero es que lo normalizamos nosotros en nuestras vidas pero no es lo fisiológicamente normal.

Lo fisiológicamente normal es vivir en el estado de salud y no en el de la enfermedad.

Por lo tanto, si puedes vivir y sentirte mejor ¿por qué te conformas asumiendo el malestar?

A la vez, me doy cuenta que parte de mi formación ha sido para ayudarme a mí misma, y una vez que aprendí y vi los resultados sentí la necesidad de ayudar y transmitirlo a los demás, a través de todos los canales que me fueran posibles.

Así que, estoy aquí para ayudarte a tomar consciencia de en el punto donde estas, a donde puedes llegar y acompañarte y aportarte las herramientas para conseguirlo.

“Todo empieza en nuestra mente. Por lo tanto, déjame ayudarte a reprogramar tu mente para cambiar creencias, pensamientos y hábitos y conseguir una óptima salud y la mejor versión de ti mism@”. 

Tú también puedes y mereces experimentar lo maravilloso de amarse a uno mismo y de vivir en un estado de salud y bienestar, te lo recomiendo por propia experiencia!!

Hago lo que hago con gran amor de corazón, con verdadera pasión y con total intención de poder aportar siempre lo mejor de mí a ti y al planeta.

“Hoy es un buen día para:  no culparte, no compararte, no juzgarte, empezar a amarte y ponerte en acción hacia la transformación de tu mejor versión.”                                                                              

 Si yo fui capaz tú también lo serás.